Starbucks es una de esas marcas que ha conseguido cautivar al consumidor. Su estrategia de marketing emocional ha conseguido fidelizar al usuario de tal forma que lo han convertido en fan.  Entrar en uno de sus establecimientos es vivir una experiencia sensorial completa, la experiencia Starbucks. Lo prioritario para ellos es crear una conexión emocional con el cliente, hasta el punto de que el consumidor desee pertenecer a su comunidad.

Una marca preocupada por el consumidor y siempre a la vanguardia de las tecnologías. Caracterizada por la experiencia en tienda y desde hace años, despuntando en estrategias digitales. No solo por la búsqueda de aplicaciones para facilitar el pago con el móvil, ni por ser un referente en atención al cliente vía redes sociales, ni aunque fuera la primera cafetería que implementó el acceso a internet gratuito. Starbucks es el resultado de una filosofía de empresa que ha apostado por el cliente como centro de toda su estrategia global, y eso lo ha convertido en la marca que es hoy.

Según el ranking L2inc Starbucks ha conseguido posicionarse en el puesto número 1 de los mejores restaurantes en poseer una potente aplicación móvil, que incluye entre otras funcionalidades, la de recoger un pedido o la activación por voz. Solo durante el periodo de este estudio, en Instagram acumuló más de 80 millones de interacciones, lo que representa un tercio de las interacciones obtenidas por todas las marcas en las principales plataformas.

No es de extrañar que hoy en día sea mucho más que una marca. Se trata de una  experiencia 360º asociada a las emociones, un estilo de vida y objeto de deseo de muchos influenciadores digitales que no dudan en usar sus productos como parte protagonista en sus redes sociales.

 

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