Ha llegado la hora de pasar revisión en el sector digital de la moda. 83 marcas de lujo han sido analizadas por los expertos de la universidad de Nueva York, el Luxury Lab, para comprobar la competencia digital a la que nos enfrentamos.
Las diez marcas que mejor venden en internet logran el 25% del mercado. En el número uno, Burberry, que a pesar de sus números negativos, la casa británica deja atrás su línea más asequible para centrarse en las prendas más caras de Burberry Prosum.
Recuperar la primera posición solo le ha costado un año y todo se debe a que ha sido de las primeras en incorporar contenidos de los usuarios en sus redes sociales, en la campaña The Art of the Trench, que se centra en su principal producto, la gabardina. Snapchat y Periscope fue su siguiente paso, después llegaron los anuncios de Instagram y Twitter y las mejoras en el sistema de compras móviles, lo que le ha hecho triplicar su nivel de ventas.
Kate Spade, la firma de accesorios estadounidense, tras la repercusión de su campaña viral con la actriz Anna Kendrick, también ha conseguido posicionarse junto a Burberry como una de las marcas top en la era digital.
Kenzo, Miu Miu, Givenchy, entre otras, no aprueban el examen digital. El estudio sugiere que estas marcas no trabajan bien su viralidad, no aparecer en los principales portales de ventas más transitados puntúa de forma negativa.
Mulberry, Stella McCartney, pierden posiciones mientras que Fendi, Hermès, Tod´s, Belstaff y Valentino, parecen recuperarse ante las exigencias de los conocidos Millenials. Ralph Lauren, Louis Vuitton, Hugo Boss, Michael Kors, Jimmy Choo, Dolce & Gabbana y Gucci no parecen tener mucho cambio en lo que a digital se refiere.
Posicionarse en el top of mind del consumidor, no es tarea fácil. Ya no vale simplemente con ser una de las marcas más grandes, ahora tienes que demostrarlo y, para ello, necesitas estar en Internet. Especializarte en la era digital conlleva una serie de pautas que debes seguir para conseguir que tus seguidores sean fieles a tus contenidos:
- Notoriedad. Ser conocido por saber hacer algo. Una marca de lujo debe estar en las redes, si no su imagen queda anticuada y obsoleta.
- Vitalidad. Fuerza, energía y dinamismo, son líderes de opinión y marcan las tendencias.
- Diferenciación. Deben buscar ese puto de diferenciación de la competencia y hacer su propio hueco en el mercado.
- Emoción. Conseguir las motivaciones del usuario y convertirlo en deseo a través del contenido. El texto no lo es todo, las imágenes o recursos audiovisuales aportan valor.
- Coherencia. La marca por encima de todo. El tono, la tipografía y cualquier elemento que distinga el producto debe ser el mismo en cualquier plataforma.
- Calidad. No solo importan los seguidores también los contenidos que generan.
- Identificación. Perfiles fáciles de reconocer para no perder potenciales clientes.
- Exclusividad. No se trata de ser inaccesible, tan solo de diferenciar nuestros clientes aspiracionales de los potenciales, y adaptar la comunicación.